Wednesday, December 1, 2010

Concierto con obras, compoimprovisaciones y experimentos sonoros de John Dowland, José Manuel Calzada, Betiana Charny, Patricia Martínez y Ensamble Seraphim en el Centro Nacional de la Música.




Centro Nacional de la Música


Domingo 12 de diciembre de 2010, 19, 30 hs
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México 564, CABA

Entrada Libre y gratuita


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Introducción:

Presentación/Síntesis capitular del libro Flauta dulce “un suspiro del alma” a cargo del autor, Horacio Fleitas.

Programa:
John Dowland
I-
Can she excuse my wrongs (flautas, guitarra, voz, violoncelo, percusión)
John Dowland, con disminuciones de Jacob Van Eyck
II-
Pavana Lacrimae (Flow my tears) (flauta, guitarra, violoncelo)
John Dowland
III-
I saw my lady weepe (guitarra, voz, violoncelo)
IV-
Come again! sweet love doth now invite (flautas, guitarra, voz, violoncelo)
John Dowland / Patricia Martínez

V- Come heavy sleep (flautas, guitarra, violoncelo, piano)
VI-
Go, crystal tears (guitarra, violoncelo, voz, clarinete, flautas)
Seraphim

VII- acarbonillados (flautas, guitarra, voz, violoncelo)
VIII-
4 x 4 (piano, guitarra, percusión y violoncelo)
Betiana Charny

IX- Soma (voces, guitarra, flautas, violoncelo)
José Manuel Calzada

XI – Amalgama 1 (estudio sobre homo-heterogeneidad) (objetos, piano intervenido)
Seraphim e invitados

X – Simbólicamente desobjetivados (piano, guitarra, laptop, flautas, clarinete, violoncelo)



Ensamble Seraphim

Juan Bellagamba, violoncelo
José Manuel Calzada, objetos
Gabriel Evaraldo, guitarra, objetos
Horacio Fleitas, flautas dulces, percusión
Patricia Martínez, voz, percusión, piano, laptop, objetos



Invitados

Betiana Charny, voz (en IX)
Roque de Pedro, piano (en X)
Luciano Giambastiani, clarinete



Marcelo Topuzian, cámara

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del concierto y las obras

La propuesta se enfoca en la conexión entre la producción musical actual cuyo núcleo estético está vinculado
de alguna manera con la música antigua.
Este concierto es una experiencia investigativa y creativa en desarrollo. El punto de partida es la obra del
compositor y laudista John Dowland (1563-1626), uno de los máximos compositores de canciones de
Inglaterra. El estilo de Dowland, dentro del Renacimiento de fines del s.XVI, se caracteriza por un estrecho
vínculo entre texto y música. Esto hace que, junto a la utilización de danzas (como la gallarda “Can she
excuse my wrongs?” o la pavana “Lachrymae”) y formas estróficas (“Come again! sweet love doth now
invite”), encontremos obras más dramáticas influenciadas por los madrigalistas italianos (especialmente
Luca Marenzio), donde la expresión de las palabras a menudo lleva a la utilización de recursos extremos. Un
ejemplo de ello es “I saw my lady weepe”, canción para solista con acompañamiento de laúd y una segunda voz de bajo publicada en “The Second Booke of Songs” (1600), que abandona la textura renacentista típica a cuatro o cinco partes para acercarse a los medios de expresión de los primeros monodistas italianos que, con
la invención de la ópera, estaban fundando las bases del barroco.
La continuación de estos recursos expresivos nos lleva a la propuesta del ensamble de expandir el universo
sonoro de Dowland en las siguientes obras: “Come heavy sleep”, un llamado al sueño de la muerte,
reinterpreta el texto con una ampliación del espectro armónico a cargo de las cuerdas del piano; mientras que
en “Go, crystal tears”, sobre el recurrente tema de las lágrimas, la versión de Patricia Martínez, el lenguaje
original va desintegrándose en una sonoridad contemporánea y tomando caminos de expansión del lenguaje
en atmósferas de surreales cambios de brillantez y luminosidad.
Es decir, partimos de obras de John Dowlan para continuar con versiones que toman el material de la
obra como “proceso de un estado de latencia creativa”. Un poco, una idea de interpretación o “versión”
en donde los límites temporales históricos y autorales cobran una dimensión compositiva en un presente
paradojicamente atemporal.
Luego, la propuesta de compoimprovisaciones en donde el trabajo sobre reelaboraciones, deconstrucciones
y creación a partir de algunos materiales “antiguos” llevados hacia un despojamiento estético esencial y
puestos a circular en un discurso nuevo.
La joven compositora Betiana Charny, quien fue convocada para componer una obra para el Ensamble,
comenta sobre su pieza“Soma”: el término “somática” (somatics, en inglés) fue acuñado en los ´70 por Thomas Hanna, que define soma como “el cuerpo vivenciado desde adentro”, para separarlo del cuerpo
objetivado; desde este enfoque cuerpo y mente se perciben como parte de un todo. Partiendo de este concepto
se intenta integrarlo a la pieza, al sonido, como si este tuviera vida propia y desde esa propiocepción (desde
el dentro hacia fuera y desde ese movimiento interno) desarrollarse y transcurrir en el tiempo.”
Por otro lado, la propuesta de José Manuel Calzada, es una muestra de su investigación desde hace varios
años, en la creación de instrumentos con objetos, desnaturalizando su sonoridad primaria-directa. Esta
búsqueda se inicia tras haber estado abocado exclusivamente al desarrollo tímbrico a través de la síntesis por
modulación en frecuencia (FM), y poco a poco fué gestándose la necesidad de encontrar equivalencias en
lo acústico (sin intervención electrónica salvo, quizás , captación microfónica y amplificación). Un desafío,
pues, por generar sonoridades y modos de ejecución con objetos de mayor o menor complejidad que no
pongan en evidencia, o al menos no de forma clara, su pertenencia a uno u otro mundo generador (electrónico
o acústico). A partir de allí aborda otro desafío creativo: Música, Arte Sonoro.

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